Liberación Somato-emocional

La Liberación Somato-emocional te ayudará a resolver y liberar de forma fluida y controlada las emociones, recuerdos y traumas que hoy te pueden estar provocando la «enfermedad».

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El tratamiento con Liberación Somato-emocional
El quiste energético

 

¿En qué te puede ayudar la Liberación Somato-emocional?

  • Enfermedades recurrentes o crónicas
  • Síntomas sin origen o diagnóstico claro
  • Accidentes, fracturas e impactos
  • Procesos fisiológicos interrumpidos (por ej. embarazos)
  • Patologías que aparecen después de un trauma emocional  (muerte familiar, rupturas, traumas infantiles, etc.)
  • Antiguas lesiones y cicatrices
  • Alergias, intolerancias y dermatitis
  • Problemas digestivos, respiratorios
  • Etc.

¿Qué es la Liberación Somato-emocional?

Con los años vamos asumiendo como normales molestias, deterioro y disfunciones en nuestro cuerpo. En realidad lo que está pasando es que los tejidos, órganos, huesos, músculos etc. se han ido adaptando, uno tras otro, a lo que en nuestra especialidad llamamos «quistes energéticos«.

Llega un momento en que nuestro cuerpo no pueden seguir adaptándose ni absorber nuevas experiencias traumáticas sin «quejarse».

Gracias a  la Liberación Somato-Emocional podemos ayudarte a liberar y resolver, total o parcialmente, vivencias emocional, mental o físicamente traumáticas (a veces escondidas por nuestra mente) del pasado, así como los residuos energéticos de las mismas.


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El tratamiento con Liberación Somato-emocional

Liberación Somato-emocional respuesta emocionalDisponemos de diversos métodos para detectar el quiste energético, que puede ser físico, emocional o combinado. Durante el proceso de  Liberación Somato-emocional podemos acceder a él y a las causas que lo provocaron. El terapeuta asiste al paciente y su cuerpo en su liberación del quiste, y con él de las disfunciones que estaba provocando en la salud, el comportamiento e incluso en la totalidad de nuestra vida.

El tratamiento con Liberación Somato-emocional es un diálogo donde intervienen el consciente y el no consciente del paciente, un suave estímulo del cuerpo y en ocasiones un «desanudamiento» físico más evidente.

El proceso  lleva al paciente de vuelta al momento simiente del conflicto o lesión. En este punto se pueden experimentar sentimientos, sensaciones y emociones relacionados con el acontecimiento que derivó en el quiste energético.

Si tenemos en cuenta que nuestras células almacenan todas las memorias de nuestra existencia, podremos entender cómo a través del aspecto físico podemos resolver cualquier tipo de dolencia o trauma.

Creemos imprescindible remarcar que la Liberación Somato-emocional  NO es una técnica de psicoterapia, hipnosis ni regresión.

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El quíste energético

Liberación Somato-emocional quiste energéticoNuestro cuerpo está reparando, reequilibrando y resolviendo constantemente lesiones y desajustes de diversa índole sin que lo percibamos. ¿Quién no ha quedado aturdido de un pelotazo en el patio del colegio o se ha herido cortando jamón? ¿Y quién no ha vivido el sofoco, taquicardias y nerviosismo que aparecen durante una fuerte discusión o la bronca de un jefe déspota? Todos hemos podido ver como por arte de magia el tema se resolvía «solo»; incluso todas esas raspadas, moratones e hinchazón fruto de un accidente o intervención quirúrgica acaban por desaparecer. Todo lo soluciona el cuerpo.

A veces, por la tensión del momento o si el cuerpo ya está atendiendo demasiados frentes, la fuerza o energía que entra en nuestro cuerpo tras un impacto físico y/o emocional no puede ser disipado y nuestro organismo, muy sabiamente, opta por concentrar la fuerza de ese impacto en lo que llamamos  «quiste energético».

La finalidad del quiste energético es que el daño afecte la menor área posible. Esta es una solución para evitar males mayores. El cuerpo se va adaptando a esos quistes energéticos y nosotros no notamos nada. Sin embargo, con el paso de los años y de varias caídas, golpes, sustos y situaciones emocionales negativas nuestro organismo no puede seguir adaptándose.

Como consecuencia la fisiología de los tejidos se ve alterada y empiezan a aparecer la debilidad, la rigidez, el dolor y en ocasiones la enfermedad.

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