Consejos para dormir bien. La importancia de un buen descanso.

Un buen descanso es imprescindible para disfrutar de la vida y mantener la salud. La cantidad de horas necesarias varían de una persona a otra. Entre 7 y 9 horas seguidas, en general está bien para un adulto. Los niños, adolescentes y ancianos tienen otras necesidades tanto en la cantidad de horas como en la forma de distribuirlas, pero este tema lo tocaremos en un futuro bloque.

¿Qué es un descanso reparador?

Es aquel que iniciamos inmediatamente o a los pocos minutos después de meternos en la cama, se prolonga un promedio de 8 horas sin interrupción y transcurre de forma sosegada y placentera, pero eso no es todo.

Para que esas horas sean de calidad y se conviertan en un tratamiento de salud extra en sí mismas, hay que tener en cuenta otros aspectos relacionados con los hábitos y el lugar de descanso. Unos sencillos cambios nos van a reportar excelentes resultados (unos más perceptibles que otros) además de ayudarnos a conciliar el sueño. A continuación os presentamos los beneficios que obtendréis y unos consejos para conseguirlos.

Beneficios de un buen descanso

Refuerza el sistema inmunitario
Mejora el humor
Aumenta las capacidades físicas y mentales
Favorece el equilibrio emocional
Regenera los órganos
Ayuda a regular la actividad hormonal
Es un buen tratamiento de belleza
”Ilumina” la piel
Favorece la concentración y mejora la memoria
Mejora la oxigenación celular
Alarga la juventud de los tejidos (por lo tanto nos ayuda a mantenernos más jóvenes)
Ayuda a no engordar
Contribuye a controlar la diabetes tipo 2
Reduce el riesgo de hipertensión
Reduce el estrés
Y un larguísimo etc.

Consejos para un descanso de calidad

Es imprescindible un buen colchón, el látex es una buena opción, mejor si es de 20 cm. de grosor.
Eliminar cualquier aparato electrónico de la habitación, incluido el despertador, que podemos sustituir por uno a pilas o de cuerda. Si es imposible retirar dichos elementos del dormitorio debemos asegurarnos de que los desenchufamos de la red eléctrica un ratito antes de ir a dormir. NO es suficiente con usar el interruptor ON/OFF y mucho menos dejarlos en STAND BY.
Dejar fuera del dormitorio el teléfono móvil y el fijo si es inalámbrico; este deberá estar en su base o lo más cerca posible si hay una segunda unidad.
Desconectar los aparatos con mando a distancia o inalámbrico (wifi, TV, consolas, auriculares, aparatos de música, etc.) en el resto de la casa.
Ventilar la casa, especialmente el dormitorio antes de ir a dormir y desenchufar los ambientadores.
La temperatura de la estancia no debe superar los 17ºC durante el descanso
Evitar dormir con demasiada ropa o pijamas sintéticos. Probad a dormir unos días desnud@s, os vais a sorprender de lo relajante que es. Las personas más frioleras pueden compensar la temperatura con un buen edredón nórdico o unas cálidas mantas que no pesen. Las sábanas siempre de algodón.
Mantener la habitación descargada de objetos y enredos. Una estancia limpia y ordenada aporta serenidad y una mejor energía, favoreciendo la respiración y el descanso.
Si no hemos podido hacer la cama durante el día lo haremos antes de acostarnos. Las sábanas limpias y una cama bien hecha resultan muy confortables y evitan la típica pelea con la colcha que resbala, la sábana que se enreda con el cuerpo…, ¿os suena?
La puerta un pelín abierta permite renovar el aire y que no se cargue la atmósfera.

Trucos que inducen al descanso

Antes de cenar:

Ducha relajante como cierre del día antes de cenar.
Cena tranquila y no excesiva un par de horas antes de acostarse.
Evitar las bebidas estimulantes como colas, café, té y el exceso de alcohol.

Después de la cena:

Evitar actividades demasiado dinámicas o que requieran un esfuerzo físico o intelectual significativo.
Podemos dar un paseo corto y tranquilo y/o dedicar un rato a la lectura.
Bajar el volumen de la radio o la televisión, o nuestra propia voz si estamos charlando relaja la mente e incluso los músculos.
Usar luz de ambiente suave e indirecta.
Un par de minutos de respiración profunda y tranquila son mano de santo.
Para aquellas personas a las que les gustan la Meditación, el Reiki o el Silencio, este es un buen momento para disfrutar unos minutos de su práctica.
Dos gotitas de aceite esencial de lavanda en un pañuelo sobre la almohada y a dormir como un bebé.

Podemos hablar horas y horas sobre múltiples factores como alimentos, bebidas, técnicas, terapias y hábitos que nos van a ayudar a descansar más y mejor así como a sacarle un rendimiento extra al descanso, pero por hoy lo vamos a dejar aquí. Creemos que os hemos avanzado información suficiente para mejorar la calidad de vida sin alterar demasiado las costumbres ni maneras de vivir de la mayoría de las personas.

Pensadlo bien, si dais un repaso a los beneficios encontrareis el estímulo para desenchufar un par de trastos de la red, abrir las ventanas unos minutos y mantener un ambiente confortable en vuestro lugar de descanso; con eso y un par de tonterías más vais a estar más san@s, más guap@s y más fuertes. El resto es echarse a dormir.

¡Felices sueños!